lunes, 27 de octubre de 2008

El normalismo

A continuación se presentan dos lecturas: la primera, hace alusión a la "sublime" tarea que deben llevar a cabo los maestros argentinos, esto es "formar al ciudadano".

La segunda ilustra, como diría Manuel Gálvez en su obra "La Maestra Normal", la obsesión por el método.

La escuela

“Queridos niños, ¿sabéis lo que es la escuela? Me parece que todos estáis diciendo alegremente que sí. ¿Quién ignora que la escuela es el establecimiento adonde acuden los niños a instruirse y educarse, es decir, a recibir conocimientos útiles como la lectura, escritura, aritmética, etc., y a adquirir nociones de los deberes que tienen para con Dios, la patria y la sociedad en que viven?

La escuela es la gran antorcha colocada en medio de las tinieblas de la ignorancia; en su recinto están los maestros, apóstoles de la ciencia, encargados de reunir en torno de ellos a los niños para disipar, con la luz de la verdad, las sombras que oscurecen las inteligencias sin cultivo, y enseñarles a distinguir el bien del mal, grabando en sus corazones los medios de practicar la virtud y huir del vicio.

La escuela es el templo de la patria, en el que vuestros cariñosos maestros os enseñan los hechos gloriosos de nuestros ilustres antepasados, en ella hay erigidos altares a los grandes próceres: San Martín, Belgrano, Moreno, Rivadavia, Sarmiento son las imágenes que veneráis, como un tributo de gratitud que pagáis a sus esfuerzos.

Nuestro país ocupa ya un lugar importante entre las naciones adelantadas del globo, por el estado de adelanto de su instrucción pública, casi no queda un pueblo en la república que no tenga escuela para educar a sus niños.

(…) No olvidéis nunca la escuela donde recibisteis la primera instrucción y cuando seáis hombres y paséis por uno de esos edificios, descubríos con respeto cual si pasaseis por la puerta de un templo, puesto que sabéis que ése fue el de vuestra educación”.


 FERREYRA, Juan. “El libro de los niños”. Ivaldi y Checchi, Buenos Aires, 1901. págs. 16 y 17.


“Véannos en clase. Son las nueve de la mañana. Es la hora de ir a la escuela en nuestro grado. Cada niño tiene su libro sobre el banco. Alicia lee en voz alta, de pie, junto a su asiento. Se mantiene derecha y no inclina la cabeza. Sostiene el libro con la mano izquierda. Su brazo derecho cae a lo largo del cuerpo. Cuando llegue al final de la página, la volverá con la mano derecha. Lee sin detenerse, a menos que encuentre un signo de puntuación. Si se trata de una coma hace una pausa muy breve y respira rápidamente. Si encuentra un punto y coma o dos puntos hace una pausa mayor. Después de cada punto levanta la vista del libro por un momento. Los demás niños seguimos la lectura con la vista, cada uno en nuestro libro. Cuando la señorita lo indique, cualquiera de nosotros continuará la lectura en voz alta”.

 LÓPEZ DE NELSON, Ernestina .“En torno mío, primer libro de lectura corriente”. Casa editorial Coni, (principios de siglo).

Que las disfruten!

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